"Abducciones" de Pablo Remón: "Teatro casi novela", por Ruby Fernández

25.10.2018

"Abducciones" de Pablo Remón: "Teatro casi novela", por Ruby Fernández

Publicado en La Opinión de Murcia

Noventa y nueve mariachis.

 

Por Ruby Fernández


Abducción. Nombre que según la RAE contiene tres acepciones. Abducciones: obra completa de Pablo Remón publicado por La uña rota que contiene 5. Estrenadas en diversos teatros de Madrid como el Pavón Kamikaze, Las Naves de Matadero o el Teatro del Barrio, estamos ante un teatro fluido,con ambientes perfectamente definidos y delimitados mezcla de teatro canónico y contemporáneo experimental que romperá las barreras del lector espectador que se aventure a manejar las voces que el autor propone en este teatro casi novela.

El miedo juega con la velocidad cuando te crees en manos de un redentor como puede ser un dentista. Podemos decir que los narradores de Remón son corpóreos, frescos y densos (en cuanto a materia) y ante todo presentes ya que estos forman parte de la trama que él mismo narra. Narrador narrado, al mismo tiempo actor secundario y protagonista de su propia historia, círculo vicioso del que será imposible salir. Este conjunto de obras puede tomarse como un continuo ensayo, general o no, pero ensayo / error. Casi todos los personajes tienen ese punto infantil de incapacidad y desprotección. Empezando por Luis, un chico con problemas de autismo el cual podrías ser tú. Como podrás comprobar, los personajes que crea este autor son cercanos, asimilables y ante todo creíbles. Cuatro es el máximo que soporta la escena, pero muchos más los que acabarán emergiendo para contar su propia historia, para intentar digerir el pasado, el eterno retorno.


Estamos ante un libro que está tan enfermo como la realidad ágil que representa. La única cura para asumir y que no duela es la repetición del diálogo fluido dentro de las historias insignificantes (como todo cuando no eres tú el que las cuenta). ¿Para qué seguir creando si al final nada tendrá sentido? ¿Muerte como abducción? no es ninguna locura.


Caja negra parcialmente iluminada que contrasta con fogonazos luminoplásticos. Si tuviésemos que establecer paralelismo entre una de las obras de Remón y un artista contemporáneo diremos que la obra de Inés Maestre sería el parangón que estamos buscando. Ambas obras son ilustraciones sobre lo inútil, la pérdida y la nostalgia de nuestra generación y aunque no se grite tanto, también la de generaciones anteriores a la nuestra. Siempre fue arduo alcanzar la felicidad.


Es complicado llevar el texto de este dramaturgo a escena. El osado en cuestión ha de contar con buenos actores, profesionales que soporten que los descosan continuamente y les introduzcan por sus cavidades elementos incómodos que les hagan reaccionar, tal vez, como no quieren (a nadie le gusta formar parte de una mina cargada de explosivos a la que se le está acercado un fósforo). Depende de quien lo mire puede convertirse en algo maravilloso, pero no es el caso.

______________

Fotografía: cortesía de Ángel @GascoColoma_Twitter