Ana Gaviera

02.04.2014

Ana Gaviera

Esta es una noticia rota. Si bien, además es una de esas noticias que trastocan, que te conmueven. Por lo inesperado -aunque se venía anunciando-, por lo injusto...

Ha muerto Ana Santos, editora de El Gaviero. 41 años. Nos conocimos hace nueve; no hace mucho, y sin embargo, parece una eternidad. La fecha es fácilmente recordable porque está en internet, ese gran caos en forma de memoria. 

Fue un 2 de junio de 2005. Lugar: el Retiro, Madrid. En la Feria del Libro. Días antes Ana nos había invitado a participar en una mesa redonda que ella coordinaba junto a Julia Barella, la comisaria del ciclo La feria del libro y los jóvenes creadores. Y ahí acudimos, supuestamente jóvenes, para hablar de "Editoriales independientes: un proyecto de juventud I" en el pabellón Martín Gaite, junto a los editores Juan Casamayor, de Páginas de Espuma, y Jesús Munárriz, de Hiperión. Porque Ana amaba lo joven, y a estas alturas ya sabemos que lo joven nada o poco tiene que ver con la edad, que lo joven es un estado mental, un estado del espíritu. El mismo que Ana imprimió en cada uno de los textos que editó, primero, en la magnífica revista Salamandria y, después, a partir de 2004 en El Gaviero, la editorial de poesía (pero no solo) que fundó junto con su compañero Pedro J. Miguel.

Ana Gorría, Maite Dono, Alejandra Vanessa, María Eloy-García, Sofía Rhei, Ana Tapia, Antonio Portela, Elena Medel, Óscar Santos, Pablo Gallo, Elise Plain... Nombres dichos así de memoria, y nombres que nos dejamos en el tintero del jugoso catálogo de esta editorial imprescindible. Nombres ahora huérfanos de una editora que los supo leer, escuchar y entregar al lector en forma de libro.

Nos conocimos -más bien no mucho, más bien poco- en 2005, pero en realidad El Gaviero y La uÑa RoTa se venían siguiendo la pista desde unos años antes. De reojo,  acompañábamos los libros que poco a poco cada cual iba publicando sin apenas hacer ruido. Uno de esos días nos escribimos para congratulamos de que compartíamos el buen hacer de un ilustrador y pintor muy querido: Javier Roz. Y así ha sido hasta hoy: con el rabillo del ojo, casi en silencio, sin apenas coincidir en eventos, pero sí en los libros, que es donde mejor dos se reencuentran si uno quiere.

La última vez que hablamos e intercambiamos títulos y nos compramos libros y nos abrazamos antes de despedirnos fue en el festival de 2013 Poetas de Km2 que tuvo lugar en el Conde Duque de Madrid (internet de nuevo) los días 18 y 19 de octubre. Viernes y sábado. Dos días en los que recordamos lo que una vez, hace tiempo, ya habíamos aprendido de ella: que los proyectos imposibles son posibles.  

Para los que seguimos aquí, tal vez como consuelo, nos quedan estos versos que se leen en Rey Lear, en boca de Edgar, y ante los que Ana seguramente sonreiría:

The worst is not;

So long as we can say, "This is the worst" 

Desde aquí, nuestras condolencias a su familia, a su marido Pedro, a su hija Luna, a su hermano Óscar... a sus autores... a sus lectores... a todos los que la querían.

"La resistencia ahora sólo se me ocurre desde la palabra”, escribió Ana Santos. Quien haya leído algún libro del Gaviero lo sabe.

A seguir...