Tormento de Castilla: cómo escapé de la muerte
La historia de un joven maestro republicano que en 1936 sobrevivió a un fusilamiento y lo contó en "Tormento de Castilla", publicado en 1937.
Segovia, 11 de agosto 1936. Alejandro de Frutos Yagüe, 23 años, maestro, es detenido por un grupo de falangistas en la Calle Real, frente a la Casa de los Picos. A media noche, tras sufrir torturas y vejaciones varias, lo conducen en un coche hasta el cementerio para ser fusilado. Pero una vez allí, esquivando un disparo, consigue milagrosamente escapar y ocultarse durante dos días camino de la sierra de Guadarrama. En 1937, ya en Madrid, decide escribir y publicar esta historia con sus fortunas, peligros y adversidades en un librito de 32 páginas titulado Tormento de Castilla: cómo escapé de la muerte, con un prólogo de Antonio Linage.
Ochenta y cinco años más tarde, Carlos de Dueñas Díez y Aurelio Quintanilla Fisac, descubren la única copia en papel que se conserva de Tormento de Castilla en la biblioteca de la Universidad de San Diego, California. Fascinados por el relato de la peripecia de Alejandro de Frutos, donde además testimonia cómo se fraguó el golpe de Estado en la provincia de Segovia, deciden emprender una investigación para desentrañar la vida y circunstancias de su enigmático autor.
Este libro reproduce, por primera vez desde 1937, la edición original de Tormento de Castilla, además de recoger íntegros los trece artículos políticos que su autor publicó en Heraldo Segoviano desde el 1 de septiembre de 1935 hasta el 19 de julio de 1936, que le puso en el punto de mira de los golpistas.
Testimonio necesario de una época y de una ciudad, Tormento de Castilla también es una indagación bien documentada que logra descifrar un rompecabezas y arrojar así un poco más de luz a nuestra Historia.
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