"Mayorga, entre los libros y los escenarios", por Albert Lladó
"Mayorga, entre los libros y los escenarios", por Albert Lladó
La editorial La Uña Rota lleva años publicando los principales textos de Juan Mayorga. En 2022 han visto la luz Himmelweg, acompañado por un ensayo del pensador Reyes Mate, donde habla de un teatro “popular y crítico”, y El Golem, junto a un ensayo de Santiago Alba Rico, en el que celebra la convocatoria en escena de esa criatura de barro a la que, como a todos nosotros, “han metido en la boca las palabras de otro”. Poco antes, el mismo sello publicó 581 mapas, una versión ilustrada por el dibujante Daniel Montero Galán. Y para enero preparan una edición no venal que reproducirá el texto que Mayorga leyó durante la entrega del premio Princesa de Asturias de las Letras.
Que el teatro de Mayorga se edite en formato libro tiene una especial importancia para el también miembro de la RAE. Nos explica que, en la adolescencia, antes de convertirse en espectador de teatro, ya lo había descubierto como lector. “Recuerdo el impacto que me había producido la lectura de Historia de una escalera, de Buero. Y años más tarde, si me preguntaban por mi obra de teatro favorita, mencionaba Rey Lear, que había leído y todavía no había visto en escena. La había visto en el escenario de mi imaginación”. “He visto, en mi imaginación, muchas obras que no he llegado a ver en un escenario. Las he leído de modo distinto a como leo una novela o una poesía”, nos cuenta el dramaturgo.
No es extraño que su última obra publicada sea Himmelweg, una de las piezas que han tenido más repercusión internacional, y que nos enfrenta a los peligros de una representación que sea mero simulacro, una cultura entendida como excusa y condición de posibilidad para la barbarie. Un delegado de la Cruz Roja visita un campo de concentración, y allí encuentra las escenas cotidianas de una comunidad que sabe esconder el horror cuando el telón baja ante los ojos del mundo.
Precisamente es una versión actualizada de Himmelweg, dirigida e interpretada por Raimon Molins, la que ahora se puede ver en el Teatre Akadèmia, donde el autor participará, el próximo 4 de enero, en un coloquio con la compañía. Se trata de una obra que Molins ya había dirigido en la sala Atrium hace casi una década, y en la que ahora han querido explorar al máximo las herramientas digitales como medio de expresión artística en el lenguaje teatral. “La obra habla del presente a partir de hechos históricos del pasado. El recuerdo, la memoria y la apariencia significada a través del arte de la manipulación y los populismos son los temas fundamentales”, sostiene el director, quien afirma que “vivimos en una sociedad basada en la creación de realidades deseadas a través de las redes y la televisión”.
“Los personajes de Mayorga son siempre aparentemente claros pero profundamente contradictorios”, señala Molins, algo que, asegura, nos ayuda a entender mejor al ser humano, “su naturaleza frente al miedo, la belleza, o lo desconocido”.
Desde que se estrenó por primera vez Himmelweg, en el 2003, en el teatro Alameda de Málaga bajo la dirección de Jorge Riviera, el propio autor ha ido descubriendo capas de lectura. “Se me ha ido desvelando que los asuntos fundamentales son, además del exterminio de los judíos europeos, la invisibilidad del horror, la manipulación de las víctimas y el lugar del teatro en nuestras vidas”, nos explica Mayorga. “Si soy el autor del personaje que represento, si soy realmente quien elige mis palabras y mis gestos, el teatro es vida. Pero también es teatro todo eso que hacemos no para expresar lo que somos, sino para enmascararlo. Ese teatro que practicamos para esconder nuestros intereses o forzados por los intereses de otros. Quizá este teatro del enmascaramiento sea hoy más importante que nunca, dada la exhibición pública de la vida a la que no solo los famosos están expuestos”, concluye.