Entrevista a Carlos Bueno Vera y poema inédito en El País

23.08.2018

Entrevista a Carlos Bueno Vera y poema inédito en El País

Publicado en EL PAÍS

1. Cuento de invierno. Un niño dentro de una casa observa el fuego. Y dice: Todo resulta equívoco en exceso.

 

El padre apuntaba cada palabra que decía el hijo. Y apuntaba como si fuera un registro: ponía una palabra bajo la otra.

 

2. Cuento de verano. Un niño dentro de una casa observa el fuego. Y dice: Todo resulta equívoco en exceso.

 

El padre apuntaba cada palabra que decía el hijo. Y apuntaba como si fuera un registro: ponía una palabra bajo la otra.

 

"El verano suele ser un buen momento para leer con calma y suele ser, igualmente, un buen momento para escribir". Carlos Bueno Vera (Madrid, 1984) cree que disponer de tiempo -y perderlo- es necesario para que las palabras nos ronden y, así, pensar en ellas y su relación con el mundo. Habla de poesía y cita a Ezra Pound a Gertrude Stein a Saint-John Perse o René Char, y está convencido de que lo que un buen poema desea es "dar lugar a otro modo, simultáneamente más amplio y preciso, con el que poder pensar la realidad". Reacio a las redes sociales -Whatsapp aparte-, disfruta esta época estival porque, dice, "divagar y vagar, distraerse y estar ocioso, es especialmente poético y fructífero". Por Jorge Morla

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[Respuestas completas de Carlos Bueno:

·¿La esencia de lo poético es la rima? Quizás sea algo mucho más complejo que tiene que ver con una indagación mediante la escritura sobre el lenguaje, el mundo y el yo. En esa indagación, lo que ocurre es que el lenguaje sufre una transformación y parece distinto al lenguaje que habitualmente se utiliza. Pero lo que un buen poema desea es dar lugar a otro modo, simultáneamente más amplio y preciso, con el que poder pensar la realidad. La rima sólo es un recurso más del que del que dispone el poeta para realizar ese trabajo. Por eso la poesía sin rima no es una poesía desaborida.

·El verano suele ser un buen momento para leer con calma y suele ser, igualmente, un buen momento para escribir. Disponer de tiempo (y perder tiempo) es necesario para que las palabras nos ronden y, así, pensar en ellas y su relación con el mundo. Si tuviera que decir algo en este sentido, divagar y vagar, esto es, distraerse y estar ocioso, es especialmente poético y fructífero.

·No me “relaciono” con la poesía, sino que es algo que hago que me importa, es una manera de reflexionar que considero valiosa. Por otro lado, pararse a pensar en algo así como una “carrera poética” va en detrimento de lo que espero que sea lo que hago con respecto a la poesía. No lo pienso en esos términos porque me parece pobre: alguien que piensa una “carrera” en relación a la poesía es, en cierto modo, un mentecato que, por fuerza, no comprende las razones del valor de leer o escribir poesía.

·La verdad es que conscientemente intento vivir apartado de las redes sociales. No dispongo de ninguna red social (Whasapp aparte). Supongo que, por tanto, ese peso lo llevo bien porque no hay ningún peso y no pienso en ello. Si soy reduccionista, y entiendo que muchos poetas se conocen y se ponen en contacto por redes sociales, me parece que, fundamentalmente, se trata de un espacio meramente publicitario del que no quiero participar.

·Si por mejor suerte entendemos que debieran o merecieran ser más leídos, me vienen a la cabeza poetas que exigen tiempo y esfuerzo porque sus frutos son inconmensurables y extraños. Pienso en Ezra Pound, Gertrude Stein, Saint-John Perse, René Char o Lyn Hejinian… pero, claro, sé que estoy hablando de mis poetas preferidos y, bueno, excepto Lyn Hejinian, el resto están muertos. Entre los poetas vivos españoles me interesa especialmente lo que están haciendo Chus Pato, Luz Pichel, Marcos Canteli, Ángela Segovia o María Salgado, por nombrar a otros cinco.]