Ambulancia, del latín ambulare, es decir, andar, y a su vez, procedente del prefijo ambi (dos, ambos) y al (del griego, andar, vagar), que ha dado palabras como "alegría", "noctámbulo", "exilio".
Quién sabe, pero tal vez esta extraña combinación de palabras explique por qué tantos escritores se fueron a la guerra... a conducir una ambulancia. A continuación cuatro ejemplos...